In loco Parentis, reseña en Cineuropa.

In Loco Parentis: sonrisas y lágrimas

El documental de Neasa Ní Chianáin y David Rane, producido entre España e Irlanda, se introduce en una institución educativa donde los maestros enseñan valores como lo harían unos éticos padres

por Alfonso Rivera

Una pareja madura –John y Amanda Leyden– está en el salón de su casa, en la campiña irlandesa, mientras un enorme perro, sentado sobre la mesa, vigila a través de la ventana quién se acerca. Los humanos hablan sobre la llegada de algunas personas, sobre si aún tienen salud para atenderles debidamente y, entre líneas, sobre lo mucho que les gusta su trabajo. Luego se suben a un coche y, atravesando arboledas, llegan a un enorme edificio del siglo XVIII: el internado de primaria Headfort. Así comienza el documental In loco parentis, de Neasa Ní Chianáin y David Rane, que esta semana compite en el Festival de Sundance y que no es otra cosa que una fascinante, naturalista y observacional incursión en ese colegio, a donde a la vez que esa pareja de profesores que lleva casi medio siglo allí volcada, llegan muchos niños, de ambos sexos, para comenzar el curso escolar.

Producida entre Irlanda y España, In loco parentis se fraguó a lo largo de cuatro años y se filmó en dos, aunque el primero sirvió de ensayo para un segundo donde el dúo de directores, equipado con un sencillo equipo de cámara y sonido, se mimetizó con los muebles del colegio y pasaron casi completamente desapercibidos para los internos. Así se logra que los chavales apenas miren al objetivo y que vivan su cotidianidad como si nadie les estuviese grabando. Esta es una de las virtudes de un film que, con talante optimista e idealizado, ensalza la figura de esos educadores con valores y principios que cada vez demandan más los padres. Porque, cuando dejamos a nuestros hijos en el colegio… ¿quién se encarga de educarlos realmente? o ¿qué valores se les inculcan?

Aquí los maestros, como señala el título, son realmente tutores y se preocupan, más allá de las clases de latín, literatura o matemáticas, de cómo son los chavales, cómo se relacionan entre sí o qué les preocupa: como ejemplo, ahí está la escena en la que una profesora consuela a una criatura que, llorando, añora su hogar. Mientras enseñan responsabilidad, libertad y tolerancia (magnífico el momento sobre el debate, en clase, del referéndum sobre el matrimonio homosexual), también llevan a cabo una especie de olimpiada futbolística (hay chicos de varias nacionalidades) y un festival pop- rock, esa afición suya que John estimula en los niños. Así, el placer se alterna con el esfuerzo y el sacrificio: en esta escuela sin lujos, se pasa frío y hay que hacer diferentes trabajos, no sólo académicos, como lavarse el propio uniforme.

El documental retrata esa experiencia infantil que forja personas con voluntad propia, independientes y con desenvoltura social, capaces de hacer cosas por sí mismos, algo que muchos progenitores desean que sus hijos aprendan y que tanto se añora: los propios directores matricularon a sus vástagos en este colegio y se mezclaron con ellos. El resultado fueron 500 horas de imágenes, que han tardado un año en montar.

In loco parentis (en latín, “en lugar de los padres”) es una producción de Soilsiu Films (Irlanda)y Gris Medio (España), con la participación de Televisión Española: esta alianza nació en el festival Miradasdoc, de la mano de la productora ejecutiva Montse Portabella y Andrés LuqueAngelo Orlando y Efthymia Zymvragaki se encargaron de la producción. Cuenta, además, con el apoyo del programa MEDIA.

25 de Enero 2017 © REPRODUCCIÓN RESERVADA CINEUROPA (Lea el artículo original)